jueves, 6 de julio de 2017

PARÀBOLA




El discípulo corría apresurado en busca de su maestro,pues algo había ocurrido esa mañana en el mercado y no entendía muy bien el porqué . 
El maestro, sentado en la cima de un pequeña montaña, miraba al frente con esa sonrisa de paz que tanto le caracterizaba.
Maestro....pronunció el discípulo, tras ponerse a su lado, en un acto de reverencia.
Hoy me ha pasado algo extraño en el mercado, he visto una mujer y al cruzar nuestras miradas he reconocido su rostro y la energía de su alma me ha rozado el corazón.
El maestro giró su cabeza y mirando tiernamente a sus ojos, le contestó....has reconocido su rostro porque en él se refleja lo humano....
Y su alma....preguntó el discípulo...
Su alma....dijo el maestro... es una porción de aquella que tu posees ...pero llegará un día que no solo verás una porción,  sino la inmensidad de ella en todos los seres.



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