con el sentir de asumirlo. Irrumpiendo la oscuridad repleta de gran oquedad y entre baches del misterio me arraigo entre el cautiverio para silenciar mi verdad
Una palabra me basta para explicar lo vivido y si viviendo lo vivo pronunciar la palabra me sucumbe en el olvido. Este olvido sin palabra, porque dialogar viviendo te hace mudo sin sentido y si mi voz no pronuncia vivir, no tiene residuos.