Me hablaste de amistad
una tarde de primavera,
con el sol su mayor cómplice
y palabras colmadas en belleza.
El bello paisaje inundó
prados de verde tupido,
con promesas adormecidas
entre arroyos de agua inquietante
y tierra de suaves coloridos.
Me hablaste de amistad
a través de susurro cercano,
con voz sugestiva,
entrecortada en el descanso
de eco lejano a mi alcance.
Amistad..creí entender
y en amigo te hice ver,
y a pesar del sol, el agua
y tierra de suaves coloridos,
no entendí tus palabras
en el descanso de tu olvido.