Fluye el vacìo
que a veces me aprisiona,
sin saber el rumbo
de donde vengo y hacia donde voy.
Surge la incògnita
de este destino sin aberturas
para poder paladear,
aunque sea por un instante
un rayo de luz que me ilumine.
Poderoso es mi ser
con voces lejanas que me embriagan,
poderosa mi mente
para crear lo inexistente.
Pero a pesar del saber,
me sepulto en caminos de soledad,
sin encontrar la llave
de esta tristeza sin piedad.