A veces,
soy como la brisa
que empaña la luna
de la órbita de mis ojos.
Otras veces..
soy como el huracán
que hiende las ramas
del armazón de mi cuerpo.
Y otras tantas..
soy el velo de la noche
en donde el aire agota
el oxigeno de mis pulmones.
Precioso poema, Antonia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pedro.Otro abrazo para ti.
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