Entreabrí las puertas
de mi humilde habitáculo
donde el orín impregnaba
bisagras oxidadas
a traves del tiempo.
Una leve brisa
invadió la estancia en penumbra
el aroma inundo los espacios
de paredes agrietadas
por la humedad de los años.
Rayos de sol hicieron hueco
en telarañas acogidas
en rincones ignorados
también en aquellos...
que observo....
y no consigo alcanzarlos.
Vi la luz del amanecer
en la oquedad del madero
iluminando mis ojos
hacia un horizonte
de bellos encuentros..
Mi puerta se estremeció
en medio, de tanta confusión
ella....atranco el refugio
de insólita visión.
Cerco mi aislamiento
cerro su aliento
sin importarle por un momento
el porque, de lo que siento.
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